martes, 28 de junio de 2011

Sobre lo leones marinos y el deshielo de los glaciares polares.


Cuanto ha la ciencia corroborado acerca del acontecer en los glaciares, debe contar con cientos de imprecisiones; sobre todo, acerca de lo que sucede a los leones marinos -porque no me ocuparé aquí de los osos polares y los pingüinos, a pesar de lo insistentemente que me lo han, personalmente, solicitado-.

Conocido es que por medio de un canto -que a la fecha nadie ha conseguido, a pesar de los intentos de esperanzados expedicionarios, grabar con fidelidad-, es que atraen a la pareja con la que cada período, se aparearan. Lo sorprendente es, que viven ellos fuera de la medida de nuestro tiempo y es probable que una hora de nuestros relojes, signifique para ellos o bien un segundo o un año entero.

Así, como también es sabido, el sonido viaja imparable por el espacio, de modo que es posible recibir señales emitidas años, siglos o milenios atrás -persiste la esperanza de que alguna civilización dichosa, evolucionada y generosa, algún día recibirá las señales del proyecto "Star Wars"-; la tenacidad de las ondas sonoras es tal, que incluso, asimismo se sabe que pueden anidarse, hibernar, y aguardar tiempos mejores para continuar su viaje infinito; y no es el canto de los leones marinos, una excepción para la tal persistencia: su canto viaja por los glaciares, puede hallar ahí a su escucha -quien lo anidará en lo que supongo, será su músculo cardíaco- y suceder el apareamiento a la brevedad; o bien, descender de los polos a las montañas heladas y de ahí a los ríos y lagos inmensos; quizá mezclarse con los ecos de las planicies y atravesar la sordidez del desierto; retomar rumbo por alguna escabrosa serranía -en la que la comunidad habitante asegura, se pierde el sonido y "lo encuentra a uno el silencio"-, bajar por una cascada y sumergirse durante días en las corrientes subterráneas hasta un día, amanecer en un océano glaciar, al otro lado de la Tierra. Ahí, es posible que el canto se vea atrapado en el congelamiento de alguna formación caprichosa. Hasta que un día de primavera, sobrevenga el deshielo y un león marino sea sorprendido mientras retoza.

Sucederá entonces lo inevitable, nuestro fascinado escucha emprenderá una travesía imposible, en la que seguramente, perderá la vida.

Y ahora que el deshielo es cataclísmico, quizá convenga a algunos cubrirse los oídos, del canto de las sirenas, los pingüinos, los leones marinos y del rugido de los osos polares.

1 comentario:

  1. Hermoso poema maestro y concuerda con este descubrimiento científico, los delfines se entienden entre si usando las formas (delfi-beto =alfabeto) que sus sonidos hacen en el agua...

    Dolphins have their own language of communication.

    The sonar of dolphins serves as a kind of supplementary eye, with the help of which they can “see” using ultrasound and transmit to each other a sound picture. Jack Kassewitz, a researcher based in Miami, decided to use CymaScope to decipher the sounds produced by dolphins. The researcher recorded the sounds produced by a dolphin when “seeing” objects, for example, a plastic cube, an inflatable duck or a flowerpot.

    Then these sounds were turned into images and showed to the dolphin again without sound accompaniment. As the experiment showed, the intelligent mammal was able to recognize objects that corresponded to the images with 86 % accuracy. What is even more impressive, Mr. Kassewitz showed the same pictures to another dolphin, which had nothing to do with the experiment, and it recognized the objects with the same accuracy, which suggests that cetaceansuse sounds to communicate with each other, just like we use words. The ambitious plan of the researcher, titled SpeakDolphin, is to decipher this language and use the images to start even a basic conversation with them. http://www.cymascope.com/cyma_research/oceanography.html

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